viernes, 16 de enero de 2015

Tendencias lingüísticas irritantes

¡Feliz 2015! y disculpas a mis seguidores por estas semanas de silencio.

Podría echar la culpa a Correos, que en estos últimos meses parece que se ha lucido. Los retrasos en las entregas y las pérdidas de cartas y paquetes son tema de café. Pero no iba a colar, claro, que esto de los post suena mucho a "postal", pero no tiene nada que ver. 

Mi excusa son mis hijas y yo misma. Me he dedicado a disfrutar de las 'vacaciones invernales' con ellas. Y digo 'vacaciones invernales' y no 'Navidades' porque hay una tendencia cool basada en la moda idiomática de lo políticamente correcto que parece que ha condenado a reclusión a la palabra Navidad ya que puede herir sensibilidades en aquellos que no son católicos. Y yo no quiero dañar los sentimientos de nadie, que empezamos con una nimiedad como esta y luego nos vamos soltando, soltando... y lo mismo terminamos como los de Charlie Hebdo. 

Vale, es posible que se me esté yendo un poco la pinza, o que esté exagerando, pero confieso que esto de la censura lingüística me pone de mal humor. El lenguaje es evolución, pero también es cultura y tradición. Dejemos que evolucione a mejor y no a peor. 

Se puede ser católico o no y eso no ha de chocar con el hecho de que culturalmente las vacaciones de invierno coinciden con la celebración en muchos países de tradición católica del nacimiento de Jesús, motivo por el que el 25 de diciembre es día no laboral en muchísimos lugares del globo terráqueo. ¡Pues ya está!, de ahí el nombre "Navidad", derivado de "Natividad", "Nacimiento"... bueno todas esas cosas que los lingüistas explican tan bien. Actualmente, y a lo largo de los años, los días festivos acumulados alrededor de esta fecha han aumentado. Yo recuerdo que cuando era pequeña mi padre sólo se quedaba en casa el 25 de diciembre y el 1 y el 6 de enero. Para de contar. Aún así, ya se consideraba un privilegiado, que mis abuelos ni eso, como mucho el 25 de diciembre y a correr. Bueno, pues simplemente es eso. A este periodo de vacaciones se le dio en llamar "Navidades". Evolución del lenguaje y tradición, a lo que yo añadiría comodidad y belleza, porque con una sola palabra se designa un concepto. "Vacaciones invernales" no está mal, es descriptivo, pero puede ser ambiguo, que en los últimos años muchos países se toman una semanita en el mes de febrero para aprovechar la nieve y también eso son vacaciones invernales, ¿o no?. Ahora que lo  pienso, rizando el rizo podemos llamar a las primeras "Vacaciones invernales I" y a las segundas "Vacaciones invernales II". Como además utilizaríamos números romanos que implícitamente van unidos al recuerdo de la cultura griega que es politeista, ningún problema, eso es moderno y no causa susceptibilidades.

Otro ejemplo de que me solivianta es el tema del masculino-femenino de las palabras. El manido tod@s o "'alumnos' y 'alumnas' ", "'compañeros' y 'compañeras' ", "'perros' y 'perras' "... El lenguaje es machista. Sí. Hay que cambiarlo. Sí. Pero ¿no sería mejor hacerlo de otro modo?, ¿creando nuevos términos, tal vez? Que se pongan de acuerdo los señores académicos de la lengua y abran un debate. Que la sociedad aporte ideas, pero, por favor, mientras tanto y hasta que se llegue a una solución bonita, certera y práctica, nos quedamos como estamos asumiendo que sí, que es machista. 

Quizás sea por deformación profesional que esto me da tanta rabia. Yo soy periodista. Escribir una noticia o un reportaje utilizando esas fórmulas es, además de casi inviable, feo. Quedan unos textos larguísimos, sin ritmo... ¿Y en una conversación?... "Hola Maricarmen, ¿qué tal?, ¿dónde vas con tantos y tantas niños y niñas? ¿son amigos y amigas de tus hijos e hijas?". "Hola Pedro, pues ya ves, vamos al teatro con unos compañeros y compañeras de mis hijos e hijas del colegio"

Hablando el uso de @ es imposible, en el medio escrito no. Podría ser una solución, sí, pero no termino de verlo... demasiado barroquismo tipográfico diría yo. He hecho un par de pruebas, y ahí queda el resultado. El primero es un fragmento de la novela de Camilo José Cela, La Colmena. El segundo un artículo de un suplemento de salud de un periódico.

 "(...) - ¡Ya lo creo! ¡Con lo mon@s que son los chinit@s chiquiti@s! Si nosotras no nos privásemos de alguna cosilla, se iban to@s al limbo de cabeza. A pesar de nuestros pobres esfuerzos, el limbo tiene que estar abarrotado de chin@s, ¿no cree usted? (...)".

"El trabajo, realizado por médic@s de la Universidad de Manchester estudia qué música prefieren escuchar l@s cirujan@s en sus quirófanos, mientras están operando a l@s enferm@s".


1 comentario:

  1. Hola.
    No sé si te lo incluí porque lo hice desde el móvil. Completamente de acuerdo contigo. Y la RAE también lo está. Échale un vistazo a este informe que publicaron:
    http://www.rae.es/sites/default/files/Bosque_sexismo_linguistico.pdf

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